«El Gobierno no está negociando con los agentes sociales, está chantajeando a los empresarios forzándoles a subir los sueldos deforma artificial, porque lo que ha dicho el Gobierno es una amenaza. Lo que ha venido a decir el ministerio de Trabajo es que si la patronal no acepta la subida del 4% del SMI, el Gobierno lo va a hacer de forma unilateral poniéndose de acuerdo con los sindicatos, que son sus filiales, y lo va a subir más de ese 4%. Eso es un chantaje y así lo denuncia la patronal».

Manuel Llamas

Y así es como funciona este Gobierno.

Quién hubiese llegado a la conclusión de que uno tenia que ocuparse de lo racional, no de lo descabellado. Que uno tenia que creer en lo que era correcto, porque la respuesta correcta siempre ganaba; porque lo insensato, lo incorrecto, lo monstruosamente injusto, no podía funcionar, no podría triunfar, no podría más que derrotarse a si mismo, estaba equivocado.

El Gobierno del Presidente más guay y guapo del mundo, nos ha demostrado que no es así.

No ha enseñado que en este país lo que mola es hacer trampa, mentir, -perdón, cambiar de opinión-, pasarse por el arco de triunfo todas las leyes y la justicia y saltarse todas las barreras éticas y morales con tal de conseguir un fin.

Nos ha enseñado que hay que ser un malvado, taimado y calculador. Un intrigante egoísta. Un comérciante que intercambia pero nunca pierde, aunque para ello tenga que retorcer la ley y la justicia, faltar a su palabra y demostrarnos que el derecho de una ley, de un precepto, vale menos que el papel en que se haya escrito.

Además hay que llenar el Código Penal de leyes para que siempre el ciudadano de a pie se tope con una falta en la que incurrir.

Los hombres honestos, para ellos, son un problema y un gran dolor de cabeza.

Ellos no quieren que las leyes se cumplan.

Quieren que se violen.

Quieren que la gente cometa algún desliz.

Y por eso decretan leyes para todo y sobre todo.

Crean tantas leyes y de tan diferente tipo y categoeria, que hace imposible que puedan ser obedecidas, implementadas o interpretadas objetivamente.

Así que se declaran tantas leyes y tantas cosas que son delito, que le resulta imposible a nadie vivir sin violarlas

Y como ellos hacen las leyes, las incumplen cuando les interesa, que para eso están.

Pretenden despenalizar la exaltación de ETA mientras contemplan multas de hasta 150.000 euros por la apología del franquismo.

País vasco y navarra han registrado al menos 1.700 actos de exaltación de eta desde 2016,

Mientras el Gobierno ha aprobado eliminar, entre otros, el artículo del Código Penal que tipifica las conductas de enaltecimiento del terrorismo.

A ver si  se entiende de una vez, que no están aquí para hacer el bien a terceros.

Ni están en el momento de los hermosos gestos.

Van por el poder absoluto y van en serio.

Que nadie se crea que son aficionados. Son profesionales de la intriga, de la manipulación y del engaño y conocen  el verdadero truco.

Si no hay manera de gobernar con hombres honrados entonces se gobierna con delincuentes.

Y se forma un Gobierno con el apoyo de un secuestrador, un golpista y un prófugo y se entrega el Gobierno de Pamplona a un partido que lleva asesinos en sus listas.

Y eso es lo que tenemos en España.

Y si alguien conservaba la más mínima idea de que Europa nos iba a echar un cable y ser nuestra tabla de salvación, que deseche tan vana ilusión, porque la Unión Europea está tanto o más corrompida que los de aquí. Lacayos de los Estados Unidos, a su vez al servicio de una elite que con su agenda 20-30, lo único que busca es mantenernos pobres o, mejor todavía, arruinados.

Y a ese fin están destinados todos sus esfuerzos.

Su política “woke”, su celo por nuestro bienestar y nuestra salud, su interés por cuidar del medio ambiente…

Nos dicen que hay calentamiento global mientras Europa y Estados Unidos se están congelando.

Dicen que hay una sequía atroz y aquí en Galicia lleva tres meses sin parar de llover, en Catilla y León se desbordan los ríos y la media Europa que no está congelada, está inundada.

Dicen que hay un cambio climático y es el clima quien se obstina en desmentirlo con veranos de mucho calor y con inviernos de mucho frio.

Y nos machacan con esa absurda y creciente intrusión de los accidentes de la naturaleza en los asuntos de los hombres. Nunca antes había importado si un invierno resultaba excepcionalmente severo o si un verano inusualmente caluroso. Si una inundación afectaba a una gran parte de la India, China o media Europa. Nunca nadie nos había avisado antes de que, para evitarlo, tendríamos que achicharrarnos de calor en el verano por no poder usar ni un mísero ventilador eléctrico, congelarnos en invierno por falta de calefacción , quedarnos sin coche e ir a pie a todas partes y hasta comer gusanos en lata.